CUIDANDO TU MENTE, CUIDARÁS TU CUERPO

CRISTINA FDEZ. SABORIDO

CUIDANDO TU MENTE, CUIDARÁS TU CUERPO

CRISTINA FERNÁNDEZ SABORIDO

¿Qué es la salud mental?

Podemos definir salud mental como un estado de bienestar emocional, psicológico y social que afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando nos enfrentamos a diferentes escenarios de nuestra vida.

Nos ayuda a determinar cómo manejamos los momentos de estrés, desarrollar habilidades, aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de la comunidad.

Forma parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones y establecer relaciones. Además, un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.

La terapia puede convertirnos en personas más fuertes emocionalmente y nos aporta herramientas para adaptarnos a las situaciones difíciles que se nos presentan.

Beneficios de una buena salud mental

Bienestar emocional

Una salud mental equilibrada y en armonía nos permitirá experimentar emociones positivas, gestionar el estrés y las dificultades con mayor eficacia y mantener relaciones saludables con los demás.

Resiliencia

La salud mental sólida te ayuda a adaptarte a los cambios y superar los obstáculos de la vida con mayor facilidad. La resiliencia es una habilidad fundamental para el crecimiento personal.

Relaciones más sanas

Mantener una salud mental adecuada fortalece tus relaciones interpersonales, promoviendo la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos de manera constructiva.

Mayor productividad

Una mente sana te proporcionará un mayor desempeño en el entorno laboral y en la vida diaria. Experimentarás una mayor concentración y la capacidad de alcanzar tus metas con éxito.

Autoestima mejorada

El autocuidado y la atención a tu salud mental te ayudarán a desarrollar una autoestima más sólida y una imagen de ti mismo más positiva.

Menos problemas de salud física

Estudios han demostrado que la salud mental deficiente puede contribuir a problemas de salud física, como enfermedades cardíacas y trastornos del sistema inmunológico. Cuidar tu salud mental puede reducir estos riesgos.

Mayor creatividad

Una mente en equilibrio es más propensa a la creatividad y la innovación, lo que puede mejorar tu calidad de vida en todos los aspectos.

Plenitud en la vida

La salud mental es un componente esencial de una vida plena y significativa. Te ayudará a disfrutar de las pequeñas alegrías de la vida y a superar los momentos difíciles con fuerza y determinación.

Cristina Fernández Saborido

Psicóloga General Sanitaria

Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca en el año 2001, adquirió un interés especial por la práctica clínica, gracias a su trabajo de fin de carrera en el Centro Psiquiátrico de la misma ciudad.

Posteriormente, realizó el Máster en Terapia Sistémica por la Universidad Pontificia de Salamanca, especializándose en terapia individual, de pareja y de familia.

Matrícula de Honor en “Psicología de las Organizaciones” y en “Intervención en la Vejez”.

Postgrado “Diploma de Psicología en Centros de Reconocimiento de Conductores”, 3ª Edición, por la Universidad de Valencia.

Cristina Fernández Saborido

Psicóloga General Sanitaria

Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca en el año 2001, adquirió un interés especial por la práctica clínica, gracias a su trabajo de fin de carrera en el Centro Psiquiátrico de la misma ciudad.

Posteriormente, realizó el Máster en Terapia Sistémica por la Universidad Pontificia de Salamanca, especializándose en terapia individual, de pareja y de familia.

Matrícula de Honor en “Psicología de las Organizaciones” y en “Intervención en la Vejez”.

Postgrado “Diploma de Psicología en Centros de Reconocimiento de Conductores”, 3ª Edición, por la Universidad de Valencia.

¿Cómo funciona la Terapia Sistémica?

¿Qué ofrece la Terapia Sistémica?

A diferencia de la mayoría de “escuelas” que se desprenden de la Psicología, la Terapia Sistémica se enfoca en el estudio colectivo del individuo, desde un marco contextual; esto es, sabiendo que éste pertenece a varios sistemas (familia, pareja, relaciones laborales, etc.) interrelacionados, de los cuales recibimos valores e ideas que nos conforman a lo largo del tiempo. Del mismo modo, nuestra forma de comunicarnos y actuar dentro de cada sistema, también lo modifica. Sujeto y sistema se retroalimentan.

Uno de los pilares de este tipo de terapia es que, modificando patrones comunicacionales y/o actitudinales en cualquier miembro del sistema (p.ej.: el padre del hijo adolescente), beneficiaremos al resto de miembros de dicho sistema (p.ej.: el hijo colaborará más en las labores del hogar) y, a su vez, al sistema como entidad propia (ej.: la familia reforzará vínculos).

El objetivo de la Terapia Sistémica es entender los problemas que se producen en los sistemas y cambiar las dinámicas de comunicación, etc. que se producen en ellos para obtener un mayor bienestar de todos los miembros que componen el sistema y, como no, del sistema en sí.

  • Enfoque holístico: La Terapia Sistémica reconoce la interconexión entre los miembros de un sistema (familia, pareja, grupo) y considera cómo cada uno influye en los demás. Esto permite abordar no sólo los síntomas individuales, sino también las dinámicas que pueden contribuir a los desafíos emocionales.
  • Aborda problemas en su contexto: En lugar de aislar un problema, la Terapia Sistémica lo sitúa en su contexto, explorando cómo las interacciones y relaciones contribuyen a la situación. Esto proporciona una comprensión más profunda y permite identificar soluciones más efectivas.
  • Promueve la comunicación saludable: La Terapia Sistémica se centra en mejorar la comunicación y la comprensión mutua dentro del sistema. Esto ayuda a superar malentendidos, conflictos y fortalece la conexión entre los miembros.
  • Fomenta la resiliencia familiar: Al trabajar con el sistema en su totalidad, la Terapia Sistémica fortalece la resiliencia familiar. Ayuda a las familias a adaptarse a los cambios, superar crisis y desarrollar habilidades para afrontar desafíos futuros.
  • Adaptabilidad y flexibilidad: La Terapia Sistémica es versátil y puede aplicarse a una variedad de contextos, incluyendo familias, parejas, y grupos. Su flexibilidad la hace efectiva para abordar una amplia gama de problemas emocionales y relacionales.
  • Enfoque preventivo: Además de abordar problemas existentes, la Terapia Sistémica también se utiliza de manera preventiva. Ayuda a identificar y abordar patrones de interacción antes de que se conviertan en problemas más graves.
  • Potencia el cambio duradero: Al trabajar con la dinámica relacional, la Terapia Sistémica busca cambios duraderos y sostenibles. No se limita a la resolución superficial de problemas, sino que busca transformar la forma en que las personas se relacionan entre sí.

¿Cómo funciona la Terapia Sistémica?

A diferencia de la mayoría de “escuelas” que se desprenden de la Psicología, la Terapia Sistémica se enfoca en el estudio colectivo del individuo, desde un marco contextual; esto es, sabiendo que éste pertenece a varios sistemas (familia, pareja, relaciones laborales, etc.) interrelacionados, de los cuales recibimos valores e ideas que nos conforman a lo largo del tiempo. Del mismo modo, nuestra forma de comunicarnos y actuar dentro de cada sistema, también lo modifica. Sujeto y sistema se retroalimentan.

Uno de los pilares de este tipo de terapia es que, modificando patrones comunicacionales y/o actitudinales en cualquier miembro del sistema (p.ej.: el padre del hijo adolescente), beneficiaremos al resto de miembros de dicho sistema (p.ej.: el hijo colaborará más en las labores del hogar) y, a su vez, al sistema como entidad propia (ej.: la familia reforzará vínculos).

El objetivo de la Terapia Sistémica es entender los problemas que se producen en los sistemas y cambiar las dinámicas de comunicación, etc. que se producen en ellos para obtener un mayor bienestar de todos los miembros que componen el sistema y, como no, del sistema en sí.

¿Qué ofrece la Terapia Sistémica?

  • Enfoque holístico: La Terapia Sistémica reconoce la interconexión entre los miembros de un sistema (familia, pareja, grupo) y considera cómo cada uno influye en los demás. Esto permite abordar no sólo los síntomas individuales, sino también las dinámicas que pueden contribuir a los desafíos emocionales.
  • Aborda problemas en su contexto: En lugar de aislar un problema, la Terapia Sistémica lo sitúa en su contexto, explorando cómo las interacciones y relaciones contribuyen a la situación. Esto proporciona una comprensión más profunda y permite identificar soluciones más efectivas.
  • Promueve la comunicación saludable: La Terapia Sistémica se centra en mejorar la comunicación y la comprensión mutua dentro del sistema. Esto ayuda a superar malentendidos, conflictos y fortalece la conexión entre los miembros.
  • Fomenta la resiliencia familiar: Al trabajar con el sistema en su totalidad, la Terapia Sistémica fortalece la resiliencia familiar. Ayuda a las familias a adaptarse a los cambios, superar crisis y desarrollar habilidades para afrontar desafíos futuros.
  • Adaptabilidad y flexibilidad: La Terapia Sistémica es versátil y puede aplicarse a una variedad de contextos, incluyendo familias, parejas, y grupos. Su flexibilidad la hace efectiva para abordar una amplia gama de problemas emocionales y relacionales.
  • Enfoque preventivo: Además de abordar problemas existentes, la Terapia Sistémica también se utiliza de manera preventiva. Ayuda a identificar y abordar patrones de interacción antes de que se conviertan en problemas más graves.
  • Potencia el cambio duradero: Al trabajar con la dinámica relacional, la Terapia Sistémica busca cambios duraderos y sostenibles. No se limita a la resolución superficial de problemas, sino que busca transformar la forma en que las personas se relacionan entre sí.

Terapia Sistémica centrada en las soluciones

Esta es una modalidad de la Terapia Sistémica que considera que todos tenemos fuerza y recursos para cambiar aquello que no nos gusta; es decir, todos tenemos la capacidad de solucionar lo que nos preocupa, porque además, ningún problema sucede de manera permanente.

La Terapia Centrada en las Soluciones tiene como objetivo primero generalizar y potenciar los recursos de las personas para que tomen las riendas de su vida y sean capaces de solucionar lo que les preocupa.

Especialidades de terapia

TERAPIA FAMILIAR
  • Dificultades de comunicación o de convivencia en la familia
  • Problemas de conducta en niños y adolescentes
  • Rivalidades o conflictos entre hermanos
  • Mediación familiar en procesos de separación o divorcio
  • Discrepancias educativas entre los padres
  • Dificultades a la hora de implementar límites, reglas y llegar a acuerdos en la familia
TERAPIA DE PAREJA
  • Conflictos de comunicación
  • Distanciamiento afectivo
  • Pérdida de intimidad y deseo
  • Duelo por separación
  • Celos e infidelidad
  • Relaciones conflictivas
TERAPIA DE APOYO
  • Situaciones de duelo por la pérdida de un ser querido
  • Enfermedades crónicas o de carácter grave

Déjame ayudarte

Cristina Fernández Saborido, Nº Colegiada: 997

Licenciada en Psicología y Máster en Terapia Sistémica

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psicologacrisfer@yahoo.es

Teléfono

948 847 333

Dirección

C/ Juan Antonio Fernández 3, Bajo
Tudela (Navarra)

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